Por Gabriela A Ruiz Freyre
Un equipo de especialistas en arqueoastronomía de la Universidad del Tepeyac y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), coordinados por el doctor Ismael Arturo Montero García, plantearon un modelo de orientación para entender la traza urbana de Teotihuacán.
Estudios previos demostraron que el eje de simetría de Teotihuacán es la Calzada de los Muertos, la cual tiene 2 kilómetros de longitud y como remate la Pirámide de la Luna.
Esta propuesta difiere de modelos anteriores que centraban su atención en la Pirámide del Sol y ahora asumen que esta relevancia corresponde a la Pirámide de la Luna.
“Tenemos evidencias suficientes para argumentar que la traza de Teotihuacán gira en torno de la Pirámide de la Luna, misma, que está marcando el eje de simetría de la ciudad de los dioses”, comenta Aarón González (ENAH).
Según los investigadores, la Pirámide de la Luna estaría alineada con los solsticios de verano e invierno, es decir, este monumento habría sido construido tomando en cuenta la posición del sol y a partir ésta se edificó el resto de Teotihuacán
“Entonces vemos como la pirámide para el solsticio de verano, tiene dos cerros, uno para ver la salida del sol y otro para ocultarse y estos cerros son marcadores de horizonte, son como si tuviéramos un reloj”, explica Montero García.
Los especialistas, que forman parte de este equipo son Aarón González Benítez, Rafael Morales Orozco y Anabell Pérez Flores, quienes coinciden en que los vértices de la Pirámide de la Luna están orientados al noroeste con el solsticio de verano para el amanecer y al suroeste con el solsticio de invierno para el ocaso.
Para respaldar su teoría, los investigadores tomaron en cuenta las imágenes del solsticio, el sol siempre sale por el cerro Xhihungo y se alinea perfectamente con la Pirámide de la Luna, fenómeno que se repite al atardecer cuando se encuentra de nuevo con ésta y termina por ocultarse en el cerro Manilani.
Los investigadores afirman que la Pirámide de la Luna tiene la misma forma que el cerro Manilani y que la Calzada de los Muertos es idéntica al paisaje de las inmediaciones de Teotihuacán.
“Lo que hemos visto con estas tomas aéreas de la Pirámide de la Luna es que asemeja la arquitectura a la silueta del relieve orográfico del Cerro Maninali, eso es muy impresionante, porque tenemos algo similar con la Pirámide del Sol”, dice el investigador González.
“La ciudad no fue hecha al azar, tiene una intención de sacralidad y de orden su geometría, sus matemáticas y astronomía nos están demostrando su erudición y su forma de percibir al mundo”, comenta Arturo Montero.
“Todo eso habla de mucha inteligencia, de valores estéticos y culturales; de ese trabajo que se hace con oralidad, estar pasando entre generaciones toda esa información para poder perpetuar los conocimientos”, refiere el documentalista Rafael Morales.
El templo, hoy inexistente, en lo alto de la Pirámide permitía ver al sol rasante alineado al muro de acceso a la fachada, en lo que se define como “alineamientos laterales” apuntaron. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya fue notificado de estos descubrimientos que podrían cambiar la concepción acerca de cómo se levantó la llamada Ciudad de los dioses.