Una de las palabras que más pueden describir el sentimiento que le pesa a la identidad actual es la incertidumbre. Vivimos en tiempos de insomnio; tiempos que se caracterizan por un astigmatismo profundo y perpetuo. Es difícil predecir cómo estará el mundo en un mes; las variables que existen para analizar nuestro presente son demasiadas, y fácilmente nos pueden llegar a abrumar con su complejidad e importancia, más aún si se trata de la actualidad política en Latinoamérica.
Con el resultado de las recientes elecciones en Bolivia, se puede observar que la narrativa popular que propone que el despojo de Evo Morales era justificado bajo valores democráticos, era falso. El recuento de los votos preliminares demuestran una victoria popular gigantesca por la parte de MAS-ISPS, el partido de Evo Morales. Desnuda la realidad que el proceso democratico en Bolivia refleja la decisión de su población y la obvia interferencia que hubo en su ejercicio. El destino de latinoamérica se está mostrando cada vez más dentro de un espectro binario y cada país necesita participar en su propio discurso.
El discurso de México es especial; el régimen de AMLO ha sido controversial para muchos mexicanos que han dejado su opinión clara en los medios. El clima político en México de igual forma se está acercando a esa incertidumbre; imaginarse al futuro de México se está tornando en una tarea cada vez más ambigua.
Si la 4T resulta ser interpretada como un fracaso por la mayoría del país, entonces se le entrega una apertura a diferentes alternativas, y entre ellas las voces más fuertes serán las que se yuxtaponen contra el régimen de AMLO. Lo que puede proseguir de este régimen será influenciado por las tendencias globales; después de la decepción de un régimen liberal los candidatos conservadores son los que cobran más vida. Y lo que significa ser conservador está cambiando mucho en definición en estos días. La definición de lo que es una derecha en latinoamérica cada vez se está formulando más por su oposición violenta a la amenaza de un socialismo entrante a la conciencia de una nación.
Es valioso preguntarse hoy en día cuales pueden ser algunas de esas respuestas a una izquierda mexicana. Analizar discursos como los de Trump de el regreso a un pasado mitológico y glorioso serán cada vez más relevantes y cercanos a nosotros. En esta inercia vital que estamos viviendo es importante afilar nuestra retórica e intención hacia el futuro que queremos en México.