Por Aley Bautista
Cronos supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre.
Tengo en mi memoria aquella pintura inquietante que realizo Francisco de Goya de 1874 y, como citan algunas fuentes, según Sigmund Freud la relaciona con la melancolía y la destrucción, mismos asuntos que a través de todos los tiempos permanecen en el imaginario y pesadillas de la gente.
Sentir esa melancolía que no se separa por momentos largos va acompañada con la soledad y aunque disfruto la soledad , el vacío o el espacio que dejan mis seres queridos la vuelven insuperable.
Me voy aletargando poco a poco, precisamente con la entrega que me hago al acto de pintar
y encontrar la palabra misma que me sane: Libertad.