- El legado del autodenominado juglar y trovador queda inmortalizado en este poema de largo aliento que está inspirado en su visión de la vida y en la obra de Juan Rulfo.
- En la presentación participarán Agustín Pimentel, Mary Farquharson, Conrado J. Arranz y el autor.
Por Mireya Vega
El legado del autodenominado Juglar de fiesta y quebranto, Guillermo Velázquez, queda inmortalizado en un poema de largo aliento decimal, acompañado de un disco que musicaliza esta historia, con la participación del Grupo Tribu, en el que se van conjugando, particularmente en la primera parte, frases de la obra de Juan Rulfo a manera de “pies forzados”, como se les conoce entre los versificadores repentistas, con las vivencias, los recuerdos y la visión del mundo, y de México, de este maestro del huapango arribeño.
El resultado de este proceso de escritura creativa es el libro No hay destino sin camino. Ecos del Páramo. Memorias de muy allá para olvidos de hoy en día, que será presentado de manera virtual el jueves 15 de abril, a las 19 h, en la página de Facebook de Ediciones del Lirio.
En este trabajo el músico y poeta afronta el reto de trabajar sobre la obra de Rulfo como punto de partida para crear un producto que rompe con el molde tradicional de la “pieza arribeña” y se transforma, en palabras del autor, en “otro tipo de escritura sin renunciar a la décima”.
Cuenta Velázquez que, cuando se encontraba dedicado de lleno a la preparación de este libro, concebido como un homenaje al gran Escritor con motivo del centenario de su natalicio, mientras revisitaba a Pedro Páramo, específicamente en el fragmento en el que Abundio le dice a Juan Preciado: “Yo también soy hijo de Pedro Páramo”, y continúa “Una bandada de cuervos pasó cruzando el cielo vacío haciendo ¡cuar!, ¡cuar!, ¡cuar…!”, Guillermo no pudo menos que sonreír al recordar a dos cuervos que había visto volando el día anterior en el cielo azul de la sierra de Xichú, en Guanajuato, donde se encontraba organizando su plan de trabajo para el día siguiente. Un par de minutos después de la lectura del párrafo mencionado y de la evocación inevitable, escuchó arañazos en el techo, y en el instante preciso en que se asomó por la ventana pudo observar a un cuervo que se alzaba en vuelo, para finalmente juntarse con otro en el aire e irse alejando con el característico “¡cuar!, ¡cuar!” de su graznido. El autor de No hay destino sin camino tomó ese momento como un signo de aprobación, por parte de Rulfo, que lo dejó “bailando como un trompito”, relata en la introducción de su libro.
Velázquez ha expresado que reconoce este proyecto como “la más extraordinaria experiencia creativa que he tenido hasta ahora en el que considero, a querer o no, el último tramo de mi existencia”. Con más de 40 años de trayectoria que lo vinculan permanentemente a la tradición oral, musical y al universo natural del huapango arribeño de la Sierra Gorda de Guanajuato, además de haber representado dignamente la música tradicional mexicana en eventos y escenarios de su país y el mundo, la publicación de este libro simboliza un logro trascendental que le permitió en “un lapso de agobio interior” volver a experimentar el ímpetu creativo que da origen a las voces más profundas y auténticas del arte.
Esta obra, escrita íntegramente en décimas, con sextillas y cuartetas complementarias, se plantea como una gran travesía individual y colectiva que, como se asevera en el prólogo: “Tiene texto y música, está organizada en actos y escenas, intervienen personajes presentes y se oyen voces de espectros ausentes, contiene parlamentos dialogados, subyacen ecos interiores, como en el teatro clásico griego se alzan voces corales que vienen desde muy lejos para denunciar hechos manifiestos y reclamar justicia. Y tiene intriga, esa fundamental condición de estructura artística que requiere cualquier ficción literaria para llegar a la categoría de arte.”
No hay destino sin camino. Ecos del Páramo, publicado por Ediciones del Lirio, tiene como sustento más de cuatro décadas de búsqueda creativa, opinión crítica y oposición a las injusticias sociales. Es uno de los pasos finales en el recorrido de un camino que siempre llevó a Guillermo Velázquez al mismo destino: el de ser, como trovador huapanguero y hasta el último de sus días, “Un irredento proclamador de utopías.”
El estudio introductorio de esta obra estuvo a cargo de Maximiano Trapero, Catedrático de Filología Española y Profesor Emérito de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
La presentación editorial se llevará a cabo de manera virtual el jueves 15 de abril, a las 19 h, en la página de Facebook de Ediciones del Lirio https://www.facebook.com/edicionesdellirio, se contará con la participación de Agustín Pimentel, Mary Farquharson, Conrado J. Arranz y el autor.