- La escritora es ganadora del segundo lugar en el Concurso de escritura 2.a edición.
Por Santiago Consejo
Durante el primer bimestre de este año se dio un concurso informal entre alumnos de octavo semestre en la licenciatura de literatura y creación literaria. A partir del 8 de enero, a lo largo de tres semanas, todos los inscritos debían escribir un texto siguiendo los lineamientos impartidos por los miembros del jurado. Una vez que cada participante presentó tres textos, hicieron la función de jueces en un proceso para seleccionar los trabajos finalistas que posteriormente evaluaría el jurado, para elegir los cuentos ganadores. Xadeni Escalante Contreras, segunda vencedora, habla sobre sus experiencias en este concurso y sus opiniones al respecto.
El primer ejercicio, del que surgió Mi cuerpo a secas, es el que brindó la victoria a Escalante Contreras. Trataba sobre la elaboración de una historia con final feliz, con el propósito de contrarrestar la visión lúgubre y pesimista común en el ambiente literario actual, «dejé que la narración, que los acontecimientos, fluyeran. Al final me delimité para que desembocara en un final feliz; esa fue la asignatura. Claro que la reflexión durante el proceso fue interesante: cómo hacer un final feliz».
Mi cuerpo a secas es un relato sobre la conversación entre dos mujeres, así como las introspecciones de la protagonista, con respecto al cuerpo y su significado. Debido a la dinámica en que cada autor presentaba varios textos para que solo uno fuera escogido por los demás, siempre existía la posibilidad de que los mismos autores estuvieran sorprendidos o incluso en desacuerdo con el juicio ajeno. Escalante Contreras nos comparte su perspectiva al respecto.
En tu carácter de participante del concurso, ¿cuál fue el criterio al momento de elaborar tus textos, más allá de las instrucciones recibidas?
–El proceso fue muy diferente para cada uno de los textos, pero, por ejemplo, durante Mi cuerpo a secas decidí ejecutar la instrucción hacia el final, a propósito de los finales felices.
Como colaboradora del proceso de selección de otros participantes, ¿cuál fue tu criterio al momento de asignar puntos a los trabajos ajenos?
–Escogí los textos que me parecieron mejor desarrollados y que estuvieran más limpios; es decir, trabajados. En algunos casos me costó mucho trabajo decidir entre las tres piezas de algunos, tal vez porque todos contaban con aspectos interesantes o se sentía que estaban al mismo nivel. Pensé lo mismo acerca de mis propios textos. Claro que mi resultado fue diferente al del resto de los participantes; yo no sabía con qué tanta fuerza podía participar Mi cuerpo a secas.
¿Qué crees que signifique o qué sientes con respecto a que haya sido elegido como tu mejor texto por los otros participantes y como uno de los mejores en general por los jueces?
–Aprendí mucho, sobre todo con respecto al trabajo de corrección. Durante todo el proceso de la escritura de Mi cuerpo a secas, estuve pegada a la computadora, tallereando. Ese cuento me gusta, pero no pensé que sería el ganador. Si soy sincera, al final estaba tan cansada que sentí disgusto por él. No me imaginé que pudiera ganar con ése. Si yo hubiese escogido de entre mis propias creaciones, habría elegido la segunda, Cine en Nueva York. Me sentía mejor con aquélla. De cualquier forma, me dio gusto saber que pude alcanzar un buen resultado pese a la inseguridad que tenía con respecto a mi primer texto.
Para finalizar, la joven escritora expresó interés en entrar a un concurso subsecuente si es que se llega a dar. Actualmente promueve la nueva revista digital Poéticas Marcianas, que incluirá obra literaria de creadores y creadoras emergentes. Estará abierta la convocatoria para la primera edición hasta el 30 de abril de 2021.