El Pasado, de Víctor Palomo, que fue merecedora del Premio Nacional de Novela “Ignacio Manuel Altamirano” en su 12ª. edición, se inicia con una introducción, en la que el autor nos describe paso a paso, todo lo referente al cortejo fúnebre e impacto en la sociedad capitalina, sobre la muerte del estudiante y poeta Manuel Acuña.
Antes de este acontecimiento, Acuña que había nacido en Saltillo, Coahuila, estudiaba -durante el período de Maximiliano y Carlota- en la Escuela de Medicina ubicada en la Ciudad de México. Fue en su casa de estudios donde hallaron su cuerpo y 2 cartas; una era para su madre Refugio y la otra para su amigo, en ellas explicaba cuanto y qué tipo de veneno ingirió; solicitaba que no le realizaran la autopsia.
La novela está dividida en 8 capítulos. El primero relata la visita de su amigo Juan de Dios a la tumba de Acuña y descubre la presencia de una mujer llamada Soledad en la vida del poeta. Ella era quien limpiaba el recinto escolar y, al parecer, Manuel le tenía un gran cariño. Esta situación dio de que hablar ya que el poeta tenia una familia con Laura Méndez y un hijo que falleció semanas después de él, a causa de bronquitis.
Durante el desarrollo de la obra Palomo nos cuenta sobre las personas cercanas a Acuña, como familiares y amigos, además de quienes dedicaron parte de su vida a investigar sobre él, tal es el caso del doctor Téllez, quien estaba obsesionado con juntar toda documentación que le aportara datos y lo que pudiera obtener para conocer más acerca de sus relaciones con Laura y Rosario de la Peña.
También nos presenta al encuadernador de libro quién acompañó al doctor; a los papás de nuestro personaje principal Refugio y Francisco, quienes vivían en Saltillo y nos revela cuál fue su destino.
Dentro de la novela surgen incógnitas sobre su vida, sus amigos como Lorenzo, Gustavo y Juan de Dios, entre otros. A su vez, existe un triángulo amoroso y la facilidad de escribir poemas.
Esta novela que narra minuciosamente aspectos de la vida de un personaje que ha causado morbo, cuenta con un buen manejo cronológico, el autor hace gala de su capacidad de intercalar pasajes que sucedieron en diversas épocas, a manera de acercar a sus lectores a la vida y obras de Manuel Acuña.
El lenguaje es entendible dado el uso de un vocabulario sencillo, aunque la lectura puede llegar a ser confusa por el gran número de personajes.
El hecho del suicidio explícito ya despierta interés en conocer más las peripecias de Manuel Acuña.
Los usos y costumbres descritos en la novela nos llevan a imaginar al México de esos tiempos. Esta obra podría ser de gran utilidad para quienes tengan interés en el arte de la poesía, pues la biografía de Manuel Acuña bien puede constituir su Top Ten.